lunes, 29 de junio de 2009

Exposición del artista chino Cai Guo-Qiang

El Museo Guggenheim Bilbao presenta, del 17 de marzo al 6 septiembre, la muestra “Quiero Creer” del artista chino Cai Gu-Qiang.
Cai ha alcanzado la fama internacional a través de sus exposiciones en solitario y sus proyectos de explosión al aire libre de grandes dimensiones, así como por su contribución artística a las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

La exposición la componen más de 40 obras, que van desde los años 80 hasta la actualidad, y recoge dibujos realizados con pólvora, proyectos de explosiones, e instalaciones y proyectos sociales.



Cai esparce la pólvora en lienzos blancos y sobre óleos en figuras representativas, que dan lugar a otros cuadros más abstractos, debido al impacto de la explosión que deja zonas ennegrecidas y restos de papel carbonizado con los que simboliza la tradición milenaria china.

El trabajo de Cai Guo-Qiang incluye también grandes instalaciones como 'Inoportuno', que recibe al visitante en el atrio del museo donde cuelgan ocho coches atravesados por hilos de luz, con los que el artista ha querido reflejar los diferentes momentos de un vehículo que va cayendo tras hacer explosión.



En ella se puede apreciar el concepto del paso del tiempo, relevante para el autor que también se plasma en la instalación titulada 'Patio de la recaudación de la renta de Bilbao', con esculturas de arcillas que se están creando mientras es visitada, por parte de artesanos chinos a los que ha invitado, junto a alumnos de la Facultad de Bellas artes de la Universidad del País Vasco.


La cuarta categoría de obras de Cai Guo-Qiang está compuesta por los denominados "proyectos sociales" a través de los cuales intenta lograr que los visitantes interactúen, con un compromiso de movilización social y un trasfondo de crítica política que está presente en toda su obra.



En su comparecencia, ha pedido que "no se subestimen" los niveles de libertad y los cambios que se están produciendo en la vida del pueblo chino, porque aún tienen graves problemas asociados al régimen de aislamiento político de la época de Mao en la que él creció, pero que "van por buena dirección".

2 comentarios :

Martín dijo...

Lo que más me gustó fueron los trabajos con pólvora. A mucha gente no le decían nada, pero a mí me encantaron. La pólvora, invento devastador por excelencia, transformadas en texturas artísticas.

Un abrazo

Amaia Ballesteros dijo...

Sí, los trabajos con pólvora eran muy originales.
A mí me gustó el modelado y la expresividad de las figuras de barro.